domingo, 16 de junio de 2013

No me ves.
no, no me ves.
pero sí.

no hay nada del otro lado
pero cuando te encuentro
digiero aves en el centro del epigástrio

qué espanto el amor que no se entiende.
ocúltenlo de los frágiles!
y enciérrenlo en los paseos más alejados.

No hay lugar para las flores
cuando el camino no es caminado
tiemblan las baldosas
tiembla el frío,
de frío.

Nieblas que van de cero a veinte,
colúmnas que se paran.
Quietas.
Mármol.
La sal difusa, seca la mirada.

y ahí está,
no lo saquen.
Los paseos ya no son paseados
y el camino se vuelve flor.

Niebla tu vista
la sal de mis baldosas
tiemblan,
temblás,
de frío.
Como la colúmna que se erige,
que tiembla, de frío.